La vida doméstica se desarrollaba fuera del recinto comercial, en los barrios fortificados de la medina que, para mayor seguridad, se cerraba de noche mediante dos puertas y estaba vigilada.
Las viviendas, austeras y sobrias en su exterior, podían ser muy lujosas en su interior y, en cualquier caso, eran un refugio de paz y confort, muy por encima de lo habitual por entonces en otros lugares del resto de Europa. Organizadas todas en torno a un patio si la familia se lo podía permitir, en él se ubicaba una alberca o, cuando menos, un pozo.Las alcobas, salones y la cocina se abrían a este espacio y se distribuían también en torno a la galería superior.
El mobiliario era sencillo, apenas unos arcones, una mesa baja de taracea, y algunos altillos y hornacinas en los que depositar un libro o algún adorno de marfil. De dar calidez al entorno se encargaban las esteras y alfombras tupidas de lana, unos mullidos almohadones de seda o lana bordada y un buen brasero.
Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Arquitectura_isl%C3%A1mica
El libro:Ciencias sociales de 2ºESO ,editorial Santillana.
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